Hoy nos enteramos de la partida de Daniel Córdoba. Es mi penosa responsabilidad como presidente de la Asociación de Profesores de Física de la Argentina escribir estas líneas. Pero, sobre todo, es mi obligación hacer llegar nuestros sentimientos a los familiares, amigos y colegas de Daniel y a las autoridades de la Universidad Nacional de Salta, que lo reconociera con su lauro máximo hace poco tiempo atrás. Más aún, debo vehiculizar las palabras de tantos amigos que Daniel hizo en nuestra Asociación.
Daniel “el profe” Córdoba fue una persona entrañable, generosa y trabajadora. Es difícil describir el sentimiento compartido que él despertó en nosotros, una amalgama entre el cariño al amigo cercano, el respeto al referente de la comunidad y la admiración por quien no se rinde y avanza en la dirección que marcan sus convicciones.
Daniel fue un gran luchador que consideraba a nuestra Asociación una herramienta transformadora de la educación en física en todos los niveles. Incansablemente llevaba la física a todos los que se cruzaban en su camino. Su influencia fue profunda entre quienes tuvimos la oportunidad de conocerlo. Sus propios alumnos dan cuenta de que solo bastaba compartir un mate, una cerveza o un café para que nos hiciera cómplices en su camino o nos conmoviera al punto de abrir nuevos.
No lograría expresar con claridad el sentimiento que nos inunda a pesar de extenderme en este escrito. Prefiero invitarlos a conmovernos juntos con el recuerdo de su trabajo ejemplificador, pensamiento coherente, sus enseñanzas, su generosidad, humildad, empatía, gratitud, sus irónicos y filosos chistes, su manera de ver la vida y sus sueños, que incluían que la física llegue a todos. Que sea ese sueño, esa utopía, nuestro norte en el trabajo cotidiano como profesores. Y que deje pronto de serlo para convertirse en realidad, algo que Daniel logró en su taller de los sábados por la mañana, con un aula magna que rebalsaba de chicos que venían de diferentes partes de Salta a aprender física.
Su inigualable labor, fue un claro acto de militancia por la inclusión educativa, ofreciendo a todos sus chicos una nueva manera de ver el mundo, la física. Así, interpeló las prácticas tradicionales de la universidad y nos incomodó a todos, obligándonos a salir de la apatía, despertar y vislumbrar diversas formas de acercar la ciencia a los jóvenes.
El recuerdo vivo y permanente de Daniel se hace palpable en nuestra comunidad y ha de devenir en la continuación de su labor. La Asociación de Profesores de Física de la Argentina abraza al profe Córdoba, a su recuerdo y hace propio su compromiso.
Prof. Dr. Ignacio J. Idoyaga
Presidente de APFA
Contacto: iidoyaga@ffyb.uba.ar